El embarazo supone para cada mujer un momento único en su vida, un momento de cambios físicos y emocionales, un momento de crecimiento personal y de maduración como mujer y madre, un momento de especial sensibilidad, creatividad e intuición.
El Yoga Prenatal puede acompañar a mamá y bebé durante toda la gestación y contribuir a que la vivencia de estos nueve meses sea plena y consciente. Hay algunos aspectos fundamentales que siempre están presentes en las clases:
● La respiración consciente y con sonido, como una forma de liberar los diafragmas del cuerpo y, por tanto, de liberar tensiones físicas y emocionales.
● La postura correcta, como una herramienta fundamental para que haya una respiración libre, más espacio para el bebé y aliviar las molestias de espalda generalmente asociadas a una mala postura.
● La comunicación con el bebé. El ajetreado ritmo diario, en ocasiones, impide a la mujer buscar momentos íntimos para conectarse con ella misma y con su bebé. En las sesiones de Yoga Prenatal buscamos crear ese “refugio” más allá del día a día, ese refugio en el que lo cotidiano queda en un segundo plano y el protagonismo es para la mamá y para su bebé, para escucharse mutuamente.
● La comunicación entre mujeres. Una de las partes más importantes en una clase de Yoga Prenatal es el “compartir”, entendido como una ronda de presentación en la que cada madre expresa cómo está ese día, expresa sus dudas, miedos, preocupaciones, etc. con la seguridad de que va a ser escuchada y acompañada por otras mujeres que se encuentran en su misma situación.
La práctica de Yoga le puede reportar muchos beneficios a la mujer embarazada. En cada trimestre el Yoga acompaña a mamá y bebé de una forma particular:
● Durante el Primer Trimestre de embarazo, está desaconsejado el inicio de una nueva actividad física.
● En el Segundo Trimestre es cuando la mujer suele encontrarse más plena y llena de energía. Durante estos meses la práctica de Yoga adaptada al embarazo le ayuda a aliviar y/o eliminar molestias como la ciática, pesadez de piernas, hinchazón, dolor lumbar, etc.
● A lo largo del Tercer Trimestre el viaje hacia dentro que realiza la mujer se va haciendo más intenso. Le apetece una práctica de Asanas más tranquilas y, sobre todo, es una etapa para compartir con otras mujeres, para dejar salir las preocupaciones y miedos que surgen conforme se acerca el gran día.
El Yoga es un excelente compañero en el viaje del embarazo que culmina con el nacimiento del bebé, permitiendo establecer entre mamá y bebé una comunicación muy íntima durante las clases, un vínculo muy especial que se prolongará mucho más allá del parto.